La sensibilización por la igualdad entre hombres y mujeres es, más que un compromiso en Athenaa, una convicción. Así se manifiesta con la conferencia y presentación del libro “Prehistorias de mujeres” por parte de la propia autora, Margarita Sánchez Romero del 16 de marzo de 2023. Pero también se manifestó en 2022 cuando se aprovechó la efeméride del Día Internacional de la Mujer, centrándose en el estudio de la mujer en el mundo romano, “Porcia Maura y la visibilidad femenina en la Hispania romana” con la presencia de la también catedrática de la UAL Rosalía Rodríguez López.
Por la importancia del acto, acudieron las concejales de Cultura, Elena Gómez, y de Servicios Sociales y Área de la Mujer, Delia Mira, quien además presidió la mesa de presentación del evento. Se encargó de presentar a la autora del libro y conferenciante, Margarita Sánchez Romero, el presidente de Athenaa, Samuel Caro, quién destacó de ella en la presentación su amplio y comprometido curriculum.
Marga, porque así le gusta que la llamen y así aparece como autora en el libro, es licenciada y doctora en Prehistoria y Arqueología por la Universidad de Granada, en donde es catedrática en el Departamento de Prehistoria además de vicerrectora de Igualdad, Inclusión y Sostenibiidad. Forma parte de diversos proyectos de investigación, entre ellos GEA. Cultura material e identidad social en la Prehistoria del Sur de la Península Ibérica. Sus líneas de investigación se centran en el estudio de la mujer y de la infancia en la Prehistoria, como así refrendan sus numerosas publicaciones en revistas científicas y actas de congresos sobre la materia, y las numerosas monografías publicadas.
El estudio de la mujer por parte de la Dra. Sánchez Romero se puede decir que tiene una doble perspectiva, según nos explicó ella misma en la conferencia: estudiar a la mujer en la Prehistoria a la par que indagar las causas por las que hasta ahora no se había hecho. Argumenta Sánchez Romero que la razón estriba en el propio surgimiento de la Arqueología como ciencia en el S. XIX cuando es una actividad desarrollada por hombres, y además de la burguesía, que van a centrar su interés en las actividades e intereses masculinos, o que se cree o interesa que pertenezcan al hombre en una sociedad en la que la mujer y las actividades que desarrollan las mujeres son secundarias. De ahí se entiende que a la hora de las excavaciones no se preste atención a aquellos “detalles”, indicios, restos… que aparecen en el registro arqueológico vinculados a la mujer. No es que las mujeres no hicieran las mismas actividades que los hombres, tales como las caza, la guerra, la fabricación de utensilios líticos, etc, es que como no interesaba a los arqueólogos (hombres), no se veía, o no se quería ver para no ver menoscabado el papel vigilante, protector y proveedor masculino, siendo como se ve, por tanto, las actividades domésticas (femeninas) menos importantes,o secundarias.
Es ese carácter de “secundario” lo que trata de destacar Marga porque el registro arqueológico manifiesta que las mujeres ejercían roles que los hombres burgueses decimonónicos hasta fechas cercanas a nosotros no estaban dispuestos a aceptar que los ejercieran. Es más, es muy probable que ni pensaran que los pudieran ejercer; y si lo pensaron no estaban dispuestos a aceptarlo porque, en palabras de Sánchez Romero, “si la mujer no tenía ni derecho a votar, cómo iba la mujer a ejercer tales roles si no son los propios que se suponen que deben llevar a cabo en esa mentalidad patriarcal decimonónica “. Lo curioso, como la profesora argumenta, es que esa mentalidad se ha mantenido y desarrollado hasta nuestros días, incluso hasta por las propias arqueólogas que han ido accediendo a la disciplina prehistórica, incluida ella misma. Lo mismo ha pasado con los niños, es decir, los niños y las niñas. En ambos casos se puede decir que no se encuentra lo que no se busca. Y en demostrar lo contrario, una vez que se ha cambiado de mentalidad por parte de los propios investigadores, sobre todo las arqueólogas, juega un papel muy importante la ciencia.
Pero para aplicar la ciencia primero hay que cambiar la mentalidad. Y las primeras que la cambiaron en los últimos años del S. XX y primeros del S. XXI fueron las arqueólogas, las investigadoras, siempre de la mano de un papel reivindicativo reclamando la presencia de la mujer en las actividades representadas en las publicaciones específicas, museos o libros escolares. Pero reivindicarlo llevó aparejado la necesidad de recurrir a la ciencia para demostrarlo, y así es como empiezan a aparecer mujeres cazadoras, mujeres viajeras, mujeres artistas, mujeres que realizan y reparan sus instrumentos de caza en el registro arqueológico. De este modo, no aparecen sólo en el papel que se les supone por ser mujer y que también aparece en el registro arqueológico.
Es en este momento cuando Marga ve el momento oportuno de reivindicar que lo que hacen las mujeres por el hecho de serlo en el ámbito doméstico no es algo secundario, sino tan esencial como las otras tareas “principales”. La maternidad en sí es fundamental, y que el parto sea una cosa natural no significa que no tenga importancia. De hecho, entonces como ahora, del éxito del parto dependía la supervivencia del grupo, del clan. Reivindicar esta importancia ha supuesto que aparezcan evidencias del parto o de la lactancia que antes no se veían porque no se prestaba atención. Lo mismo ocurre con los niños. Si a día de hoy forma parte del aprendizaje el reconocer el proceso de formación, en aquellos tiempos también. Dado que la mortalidad infantil era alta, se han encontrado tumbas de infantes con su pequeño ajuar cerámico pero hecho por ellos mismos, con lo cual aparece incompleto, deforme o impreciso, transmitiéndonos la preocupación por el aprendizaje de estas sociedades. Se demuestra por tanto que hay otras cosas importantes como las hay hoy. El problema es que si las minusvaloramos para estudiarlas en la Prehistoria en el registro arqueológico, puede que también caigamos en el error de no darle importancia a día de hoy en nuestra sociedad actual. Quizá por eso aún no se hayan tomado en serio la educación y la cultura, y por eso las leyes educativas se suceden como si nada, y la cultura y el patrimonio ni se valoran, ni se defienden ni se protegen ni se ponen en valor.
La conferencia, que contó con abundante asistencia de público, dejó muy buena sensación de boca porque Marga es una magnífica comunicadora, siendo clara, amena y directa en las afirmaciones y comentarios realizados como consecuencia de su larga trayectoria investigadora. En sus palabras se veían convicción y compromiso por la igualdad, pero también con la importancia de la aportanción de la ciencia para desmontar mitos, tal como refleja su libro que nos ha presentado, “Prehistorias de mujeres”, pero que no sólo habla de aquellas mujeres, sino también de las de ahora, que es más preocupante. Quizá por eso los ejemplares que proporcionó la editorial Destino a través de la Librería Papelo supieron a poco entre los asistentes. Como también supo a poco la conferencia de Marga Sánchez Romero y quizá por eso el público se animó a hacer preguntas y algunas consideraciones de interés para que profundizara la autora un poco.
Finalmente, Francisco Espinosa, vicepresidente de A.C. Athenaa, quiso hacer entrega a Marga de un ejemplar de su libro “Compendio de Historia de El Ejido” a modo de agradecimiento por parte de la Asociación. Tambiém se le entregó como recuerdo un pin de Athenaa que lució en la solapa de la chaqueta durante toda la conferencia.
Acabó el acto con las fotos de rigor de directiva y asociados con la arqueóloga, así como con la firma de ejemplares.
Por todo ello, por su asistencia con una agenda tan apretada como tiene, por su amabilidad y cercanía, y también por el contenido de la conferencia, Athenaa se muestra tremendamente agradecida a Marga Sánchez Romero.
Video presentación libro “Prehistorias de mujeres” por su autora Marga Sánchez Romero. (16/03/23)
