Visita de Athenaa al patrimonio alpujarreño en la “Ruta por Laujar, Fondón y Fuente Victoria”.

Viaje realizado y organizado por la Asociación C. ATHENAA el pasado sábado día 18 de febrero/23, como actividad complementaria a las dos últimas conferencias incluidas dentro del II CICLO de ‘Coloquios sobre Murgi’ bajo la temática de “Diferentes modelos de gestión del patrimonio”, en concreto la realizada el día 27 de enero sobre «El Centro Hispanofilipino de Laujar de Andarax», y “La Casa de las Godoyas en Fondón” celebrada el pasado 15 de febrero.

CASA PALACIEGA DE LOS MOYA – LAUJAR DE ANDARAX

En nuestra visita a Laujar de Andarax hemos tenido el privilegio de poder contar como anfitriones a los historiadores Carlos Villoria y Valeriano Sánchez, ponentes de la conferencia precedente, que nos han guiado y acompañado por las calles laujareñas en dirección a la conocida como «Casa de los Moya». Durante el trayecto callejero nuestros guías han ido compartiendo sus conocimientos sobre la historia local, como el caso del lamentable estado ruinoso del Convento de San Pascual Bailón, una construcción de más de 3.000 m2 edificados que se compone de tres núcleos principales: convento, claustro y basílica o iglesia, y dotado de cuadras, establos, almacenes, cocina, biblioteca y todo tipo de estancias que permitieran acometer las tareas cotidianas de los frailes franciscanos. Desde mediados del siglo XIX con la supresión de las Órdenes Religiosas masculinas dejó de estar en manos de los franciscanos, la parcela se dividió en varias fincas que se fueron vendiendo sucesivamente y destinando a las más diversas funciones: hospital, casa-cuartel de las Milicias Nacionales, escuela, harinera, fábrica de zapatos, viviendas particulares, casa-cuartel de la Guardia Civil, etc., terminando en un progresivo abandono que al final le han llevado a un estado de ruina total con el colapso de múltiples elementos constructivos, y que en la actualidad después de numerosas iniciativas fallidas de recuperación y por la complejidad de su titularidad, va lamentablemente camino a su total desaparición.

En el número 18 de la calle Granada se encuentra el «Palacio de los Moya», construido en 1732 por Agustín Gómez. Se conserva la estructura original del edifico, que presume de balcones y ventanas señoriales, de un patio central y del escudo de la familia tallado en piedra sobre la fachada. En 2017 el Ayuntamiento adquirió el edificio a los Moya, y tras ser sometida a un minucioso proceso de restauración, financiado entre el Consistorio y la Diputación de Almería, hoy es una visita obligada para el visitante y un lugar de encuentro también para los vecinos.

Este edificio alberga «El Centro Cultural Hispano Filipino» dedicado a estudiar o reivindicar la figura de Pedro Murillo Velarde en homenaje al ilustre jesuita y cartógrafo que dibujó el mapa de las islas Filipinas, donde se dedican diversas salas de la primera planta, con un claro componente didáctico para entender la sociedad y cultura de la época.

También acoge la nueva biblioteca municipal, que lleva el nombre de otro ilustre, el de Francisco Villaespesa que cuenta con ludoteca, salas de estudio y un depósito de libros. Se ha habilitado un espacio expositivo al poeta donde podemos contemplar diversos retratos y publicaciones de su obra, y en especial su escritorio particular cedido en depósito por la Universidad de Almería.

El poeta y escritor Francisco Villaespesa Martín nació en Laujar el 15 de octubre de 1877. Su obra es muy extensa, escribió 51 libros de poemas, sin contar los versos de circunstancias y su gran faceta como sonetista. También se cuentan en su haber 25 obras teatrales y algunas novelas cortas. Además, tras su llegada a Madrid en 1897, subsistió dedicado al periodismo y colaborando en numerosas revistas y diarios.

CASAS SEÑORIALES DE FONDÓN

Un rasgo destacable de Fondón es la riqueza y abundancia de su casas señoriales de los siglos XVII y XVIII, representativas de una baja nobleza provinciana. El repartimiento dio paso a una concentración de la propiedad de la tierra y de los capitales, que se manifiesta en unas grandes mansiones donde destaca el escudo de armas como símbolo de linaje y pureza de sangre en el diseño sobrio y clasicista de la portada monumental, con el uso de la piedra y la rejería con forja de hierro como elementos de prestigio, para que el nivel social del propietario sea claramente reconocible por los vecinos.

Estos edificios se estructuran generalmente en una planta baja con un patio cuadrado porticado sobre cuatro columnas pétreas y zapatas de madera, desde donde se accede al área de servicios y almacenamiento, y en la planta superior la zona noble para uso residencial.

Si para la visita al Centro Hispano Filipino en Laujar disfrutamos de los mejores anfitriones, en nuestra visita a las casas señoriales de Fondón y Fuente Victoria no ha sido menos, contando con la estimable y lucrativa compañía del historiador Joaquín Gaona Villegas, también ponente de la conferencia precedente en los II Ciclos de Athenaa.

Iniciando la visita en la plaza mayor de Fondón con el nombre de «Poeta Bernardo Martín del Rey» en homenaje al escritor fondonero del siglo pasado, nos encontramos con la Fuente Grande, también conocida como Fuente de Carlos IV o de la Plaza, construida en 1790. Construcción clasicista en piedra de porte monumental a dos caras, en la anterior y principal contiene un pilar con tres alojamientos cantareros con tres caños de bronce y de cabeza antropomorfa, y en la parte posterior y sobre un pilar-abrevadero donde manan dos caños.

Presidiendo la plaza nos encontramos la Iglesia de San Andrés, edificada sobre una mezquita árabe en el año 1550, fue quemada en la rebelión de las Alpujarras y comenzada a restaurar a finales de ese mismo siglo. Su estructura es de tres naves, separada por pilares rectangulares y una capilla mayor, que con el paso del tiempo ha sido objeto de múltiples restauraciones y transformaciones, sobre todo en su torre y campanario. La iglesia está declarada Bien de Interés Cultural desde el año 1985.

Sin salir del todo de la plaza nos encontramos con la «Casa de los Godoy» de Laureano Godoy del siglo XVIII, en concreto en el número 1 de la calle La Iglesia frente a la fachada principal de la iglesia, que destaca por la desproporción entre la longitud y su escasa anchura, donde las principales dependencias tienen sus balcones orientados a la plaza y a la iglesia. La fachada muestra contraste con el cambio de textura entre el rojo del ladrillo visto, frente al blanco del encalado de los cajones de mampostería. El escudo de la familia remata el frontón del balcón principal.

Casa de los Godoy

Una vez llegados al número 7 de la calle Asunción Godoy nos encontramos con «La Casa de las Godoyas». Fue construida a comienzos del siglo XVIII por la familia del capitán don Francisco del Moral, miembro de una importantísima familia hidalga descendiente de los repobladores tras la expulsión de los moriscos que llegaron a Fondón en 1572, procedentes en su mayoría de Valdepeñas de Jaén.

Se trata de una de las mejores casas señoriales de Fondón donde sobresale la portada de cantería y el balcón central, con fuerte baranda de hierro, las rejas en amplio saledizo, bellamente decoradas las del piso primero, y en la última planta rematada con la galería de arcos enmarcados por pilastras, con un arco central más grande para recibir el escudo de mármol de la familia Del Moral. Terminó siendo habitada por miembros de la familia Godoy y de ahí el nombre de las «Godoyas».

El interior se abre entorno a un patio central con una fuente tan característico de las culturas mediterráneas, la galería superior se soporta sobre cuatro columnas de mármol blanco, con zapatas de madera labradas. En una esquina se abre la caja de escalera, presidida también por el escudo de los Del Moral, en este caso realizado en pintura mural. Contiguo a la casa se conserva un jardín, como tantos otros que este tipo de ricas mansiones tenían, y que funcionaba como ampliación de la vivienda, de zona de recreo e incluso como pequeño huerto, cultivado hoy día de manera tradicional y con algunas plantas singulares.

En 1988 la familia propietaria llega a un acuerdo con el Ayuntamiento de Fondón y tras su restauración por una escuela-taller, se consigue disponer del inmueble con uso compartido. De esta manera la familia sigue habitándola en el piso superior, y el resto del edificio es de uso y propiedad municipal (ha sido salón de celebraciones, sede del ayuntamiento, almacén y trastero).

Desde 2011 abre sus puertas como centro cultural y expositivo gracias a la colaboración voluntaria de algunos vecinos. Su otra riqueza es que las piezas que se exponen son en su inmensa mayoría de particulares, y muchas de gran singularidad, destacando algunos de los muebles y piezas populares como el cocio, la solería de azulejos de más de 200 años, la macabrilla medieval, entre otras.

Volviendo de nuevo a la plaza mayor junto la esquina con la calle La Fuente, también se localiza otra casa señorial conocida como la «Casa de La Almazara», nombre que le viene por la industria levantada desde 1806 sobre el huerto de la casa, y que hasta escasas fechas el propietario actual ha mantenido en activo y en perfectas condiciones, manteniéndose en la actualidad su uso residencial por la propiedad. La vivienda consta de un excelente patio cuadrado con vigas de madera sustentadas en cuatro columnas de piedra y con el suelo empedrado original con cantos dibujando motivos geométricos. También es llamada «Casa de los Moral«, especialmente en recuerdo de su propietario Juan Gabriel del Moral, regidor perpetuo y propietario también de otras casas señoriales en el pueblo.

«CASA DEL REY CHICO» (FUENTE VICTORIA)

Llegados a la Entidad Local Autónoma de Fuente Victoria y guiados por Joaquín Gaona, nos disponemos a visitar la casa supuestamente habitada por el rey Boabdil, durante el trayecto nuestro anfitrión hace parada en la Plaza Rabitilla para dedicarle atención a unos de los últimos tinaos del pueblo, una de las características arquitectónicas más representativas de la alpujarra, motivada por la necesidad de ampliar espacios en las viviendas prolongando la edificación en alto sobre las pequeñas calles, respetando el paso público, y que con las normativas urbanísticas actuales y la poca atención municipal tienden a desaparecer del todo.

Tinao en calle Indalo junto la Plaza Rabitilla

Siguiendo la caminata nos adentramos en la calle Real y en entre los números 3 y 5 se localiza la casa palacio de tres plantas y una torre mirador en el lateral de levante como cuarta planta, conocida como la “Casa Grande”. Construida entorno al año 1742 en estilo mudéjar con ladrillos y cajones de mampostería, destacando sobre la portada monumental el escudo en piedra de la familia Palomar, por lo que era conocida como “Casa del Palomar”. Esta familia dejó la vivienda en el siglo XIX, y ha seguido siendo habitada por otros propietarios hasta hace unos años que se deshabitó, encontrándose cerrada desde entonces y en un proceso de lamentable deterioro.

En la planta baja se encuentra el patio central porticado, adintelado en madera sobre cuatro columnas dórico-toscanas en sus ángulos, en torno al cual se distribuyen las distintas estancias y la escalera de acceso a las plantas superiores. Todo este conjunto del patio interior sufrió un derrumbe por colapso motivado por la acción persistente de la lluvia durante los años de abandono, aunque finalmente fue reconstruido en su forma más básica, aunque el resto de la edificación se encuentra en un estado de ruina avanzado que sino se toman medidas inmediatas puede correr un grave peligro de perdida de elementos arquitectónicos importantes.

Sobre la leyenda que en esta vivienda vivió el Rey Boabdil y de ahí su nombre conocido como “Palacio del Rey Chico”, e incluso de que también la habitó Juan de Austria -hermano de Felipe II-, durante su campaña militar en la guerra de los moriscos en las Alpujarras, el historiador Gaona defiende la tesis de que se tratan tan solo de leyendas, argumentando que ni el rey moro ni el militar cristiano pudieron vivir en este inmueble, puesto que fue construido en el siglo XVIII, dos siglos después de que éstos vivieran, y que nadie, ni cronistas ni fuentes históricas se refieren a esta casa como el Palacio del Rey Chico hasta mediados del siglo XX, suponiendo que fue un recurso de prestigio y literario de los propios locales para atraer más la atención sobre el edificio y el lugar.

Sin dejar la calle Real, avanzamos hacia levante y llegamos a la Plaza del Rey Chico, donde nos encontramos con un inmueble que tiene una combinación de elementos mudéjares y castellanos, de forma cuadrangular con muros de mampostería y piedra en la planta baja, y mampostería y ladrillo en la parte alta. La fachada tiene un arco de medio punto realizado en sillares toscos y con grandes dovelas.

Se trata del antiguo pósito alpujarreño de Fuente Victoria, con un gran valor histórico patrimonial a pesar de haber sido reformado y muy transformado en su interior, siendo rehabilitado últimamente por el Ayuntamiento para alojamiento rural. Su construcción original data de los últimos años del siglo XVI o principios del XVII.

El pósito o alhóndiga, era un granero que tenía una gestión municipal, destinado al acopio y almacenamiento de cereales (trigo mayoritariamente), con el fin de de abastecer a la población de alimento básico o prestarlos, en condiciones razonables a labradores y vecinos durante los tiempos de escasez.

«LA FABRIQUILLA» (LAUJAR)

Llegó la hora de hacer un descanso, reposar el cuerpo cansado, darle placer al sentido de la degustación y saciar la necesidad de alimento tras una mañana intensa con una agradable y gratificante actividad física e intelectual. Y que mejor que seguir disfrutando de los edificios y rica gastronomía que atesora la comarca del Andarax, y que para esta ocasión nos hemos dirigido a la zona del Nacimiento en Laujar, en el parque natural dentro del área recreativo junto al rio Andarax, en concreto un patrimonio industrial como es el antiguo edificio de la hidroeléctrica que abastecía de electricidad el municipio, actualmente reconvertida en mesón y conocido como el «Mesón de la Fabriquilla«, con una cocina mediterránea netamente alpujarreña y de este modo complementar nuestra visita cultural a una parte de la alpujarra almeriense.

«BODEGA FUENTE VICTORIA»

Antes de tomar la partida de vuelta a casa y continuando con nuestra visita cultural, hacemos algo de enoturismo al valle de Laujar, una comarca que atesora una gran tradición vitivinícola de gran repercusión socioeconómica en la zona. Hacemos parada y visita en una de las bodegas vinícolas señeras de la comarca, la bodega familiar «Bodega Fuente Victoria», y de la mano de Nacho Suarez como responsable de la bodega, nos ha mostrado el interior de la bodega y dado una clase básica del trabajo y mimo con el que elaboran sus caldos.

Una vez realizada la visita a las instalaciones productivas hemos pasado a una nave-cueva anexa, donde hemos podido degustar las variantes vinícolas producidas en la bodega, como son: el Talento, vino tinto joven de las variedades Syrah y Tempranillo; Sulayr, vino blanco joven de las variedades Macabeo y Jaén Blanco; y Cabal, vino tinto con 12 meses de estancia en barrica de roble francés, de la variedad Tempranillo.

Y con el buen sabor de la degustación y el placer de haber pasado una interesante y grata jornada, retornamos a casa a la espera de la próxima excursión de Athenaa.

Sobre el autor: Athenaa (fgo)

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