La Sala B del Teatro Auditorio de El Ejido acogió el pasado martes 27 de enero la primera conferencia del año y tercera del “II Ciclo de coloquios sobre Murgi” organizado por la Asociación Cultural Athenaa bajo la temática de “Diferentes modelos de gestión del patrimonio”.
¿Puede un problema geoestratégico de política internacional poner un pueblo de la Alpujarra como es Laujar de Andarax en el mapa?
Así es como llegó el conocimiento de la figura del jesuita Pedro Murillo Velarde a este pueblo alpujarreño. Aunque este personaje del siglo XVIII natural de Laujar ya era conocido por el historiador y miembro del IEA Carlos Villoria Prieto, para los laujareños era totalmente desconocido hasta que apareció por el ayuntamiento del pueblo una delegación de políticos y empresarios filipinos preguntando por él.
Murillo Velarde se trata, por tanto, de un héroe para Filipinas pero que Laujar debía reivindicar. Así es como comenzó la primera parte de la conferencia “El Centro Hispanofilipino de Laujar de Andarax: experiencia patrimonial” dentro del II Ciclo de los Coloquios sobre Murgi organizados por Athenaa.
Carlos Villoria explicó a los asistentes el conflicto territorial surgido entre China y Filipinas en cuanto a la instalación de una base militar en territorios filipinos y que China reclamaba para sí. Es en situaciones como ésta cuando entra en juego la Historia y se convierte en una herramienta útil. Pedro Murillo en su estancia filipina, como geógrafo y cartógrafo que era, entre otras disciplinas que practicaba, realizó un mapa portulano y a la par corográfico del archipiélago de Filipinas en el que ya se recogía la isla de la citada base militar, solucionando de este modo ese conflicto internacional. Pero la necesidad del mapa original y saber quien lo realizó es lo que llevó a los filipinos a investigar sobre su figura, y de ahí llegar a los orígenes de Murillo Velarde. El resultado ha sido un hermanamiento entre Laujar y la ciudad de Manila y el interés de los filipinos por este pueblo de la Alpujarra almeriense.
Fruto de la relevancia adquirida por el personaje, y dada la proyección que podría proporcionar el mismo a la población, la alcaldesa y los historiadores Carlos Villoria y Valeriano Sánchez vieron la posibilidad de crear un Centro Hispanifilipino aprovechando un inmueble del siglo XVI, la casa palacio de Los Moya. Así es como surge la restauración y rehabilitación de este edificio, convirtiéndose así en un modelo para la localidad y otras poblaciones no sólo de la Alpujarra. Este edificio no solo alberga el Centro, sino que también se ha instalado en él la Biblioteca municipal, así como se han habilitado otros espacios expositivos de interés, además del dedicado a estudiar o reivindicar la figura de Murillo Velarde en diversas salas con un claro componente didáctico para entender la sociedad y cultura de la época. El historiador Sánchez Ramos comentó no sólo las posibilidades del edificio restaurado, sino también lo que aporta a Laujar y a sus ciudadanos pues se hizo a éstos partícipes en el proceso de restauración contando con profesionales de diversos oficios.
El resultado es un edificio que aporta identidad a Laujar y sus ciudadanos, es un edificio de referencia para La Alpujarra como un factor más de atracción desde el punto de vista del turismo patrimonial junto al turismo gastronómico o de naturaleza, pero también el vitivinícola.
Al finalizar el acto, por parte de Athenaa y de la mano del presidente Samuel Caro y Paco Escobar, se hizo entrega a los dos ponentes de la distinción «Medusa» con la que la Asociación les agradece su presencia en los «II Coloquios sobre Murgi».
