Visita de la A.C. Athenáa al yacimiento de la Villa romana de Antiopa y la Cueva del Tesoro en el Rincón de la Victoria.

El pasado 4 de octubre, Athenáa se desplazó a la localidad malagueña del Rincón de la Victoria para visitar un yacimiento romano con la mejor villa marítima conservada de Andalucía, así como la Cueva del Tesoro de origen marino, la única de este tipo en Europa que es visitable.

La Villa Romana Antiopa se encuentra en la localidad de Torre de Benagalbón del Rincón de la Victoria en Málaga, al pie de una loma junto a la antigua carretera N-340 (hoy Avd. de la Torre) y la torre que da nombre al lugar, y a pocos metros de la playa de los Claros.

Se trata de un yacimiento con la mejor villa marítima conservada de la época romana en Andalucía. Una villa litoral del siglo III d.C., destinada a la explotación agrícola y sobre todo marítima, donde se pueden ver las distintas habitaciones privadas y los grandes salones de recepción y recreo, con un rico conjunto de mosaicos geométricos y polícromos con una gran armonía cromática. Casi la mayoría de los mosaicos tienen la particularidad de estar compuestos por dos secciones: un andén o franja perimetral externa de teselas de gran tamaño en cerámica cocida; y la alfombra principal de opus tesellatum, que a su vez posee diversos campos decorativos y cenefa con figuras geométricas. Otros elementos decorativos son los escasos estucos conservados en los muros, polícromos, combinando los tonos verdes, negros y rojos con composiciones geométricas.

Se ha convertido en un brillante ejemplo de conservación, y desde el punto de vista arquitectónico y museográfico es todo un referente de la compatibilidad de los intereses urbanísticos con los patrimoniales. Un resultado no exento de dificultad, pero el excelente estado de conservación y la entidad de los restos arqueológicos, motivó que el Ayuntamiento de Rincón de la Victoria buscará formulas jurídicas y urbanísticas para compatibilizar el proyecto urbanístico con la musealización del yacimiento. En primer lugar, se modificó el proyecto inicial con la intención de no expropiar el solar y poder construir las viviendas proyectadas, para ello, el ayuntamiento compraba las plazas de garaje y los bajos, así como hacerse cargo del incremento de los gastos del proyecto y autorizar la construcción de una planta más de viviendas.

El yacimiento de la Villa romana de Antiopa en Av. de la Torre en Rincón de la Victoria.

El museo es obra del arquitecto cordobés Jaime Lucena, a cargo del Ayuntamiento de Rincón de la Victoria con una aportación del 77% del coste total, y el resto del 23%, por el Gobierno Central. En la fachada sur se han empleado ladrillos que evocan a las teselas de los mosaicos, y en la zona de entrada una gran cristalera por la que el visitante puede ver la planta completa de la villa, provocando un efecto sorpresivo inmediato que invita al espectador a su recorrido.

Zona de entrada con cristalera y vistas del yacimiento (turismoenrincon.es)

Una planta que está integrada en una gran caja negra y diáfana en los bajos del edificio residencial, y en torno a ella, entre las paredes y los pilares dispuestos perimetralmente (estructura en forma de puente que sustenta el edificio), se dispone un excelente espacio museográfico con una pasarela que incluye una muestra de objetos procedentes de la villa romana: columnas, piletas, lucernas, vidrios, tégulas, mármoles, etc. así como diversos paneles expositivos, audiovisuales temáticos, y un expositivo olfativo. Para su visita se ha compartido en varios ámbitos temáticos.

Por normativa de aforo del propio museo, nos dividimos en dos grupos para acceder por separado al interior del yacimiento, donde vamos a descubrir una serie de ricos mosaicos en cada una de las habitaciones y en el porche exterior. También podremos conocer los espacios auxiliares que existían para dar servicio al complejo residencial y los almacenes o los baños, así como un espacio dedicado a la base principal que sustentaba la economía de la villa, el garum y los salazones.

Ámbito 1 con un conjunto de materiales arqueológicos extraídos en las distintas excavaciones.

Pasamos al Ámbito 1 «El Yacimiento» en la zona baja de la pasarela a nivel de los restos de la villa, donde se muestra un conjunto de materiales arqueológicos extraídos en las intervenciones arqueológicas llevadas a cabo desde 1986 hasta 2005, destacando la escultura de un Hermes Báquico de mármol, único elemento escultórico encontrado en el yacimiento.

Vitrinas con materiales arqueológicos hallados en el yacimiento.

Desde este espacio arrancamos la visita del Ámbito 2 «La Morada de Antiopa» por la pasarela que discurre perimetralmente por los restos de la villa, la planta de la mayor parte de la residencia del señor y su familia (pars urbana).

Una planta que tiene la singularidad de no estar distribuida en torno al típico patio central porticado (peristilo), sino desarrollada a lo largo de una gran galería de más de 30 metros de largo en dirección este-oeste, desde donde se accede a las distintas dependencias a su norte. Su pavimento parcialmente destruido, estaba decorado con mosaicos de motivos geométricos policromos, y en sus muros aún se conservan algunos restos de pintura mural imitando al mármol.

Tiene una distribución simétrica en forma de cruz, con la entrada principal en su zona sur-central, a poniente tres dormitorios privados y a levante las estancias destinadas al esparcimiento, relaciones sociales y la zona del servicio y almacenaje.

La Galería

Recreación de la galería (panel del Museo Villa de Antiopa)

Cuando empezamos el recorrido por el yacimiento por su lado de poniente, podemos distinguir claramente la zona arrasada por la excavadora y que los arqueólogos han querido restituir con material diferenciado para no confundir con el original y totalmente reversible, incluso han recreado con pintura más endeble las partes deducibles del mosaico destruido.

Zona del yacimiento destruida por las excavadoras y restituida en el conjunto.

La primera estancia que nos encontramos en el extremos occidental de la villa es el dormitorio principal (cubiculum), la habitación del dominus. Este dormitorio principal, se encontraba decorado con el único mosaico figurativo hallado en la villa, el mosaico de Antiopa, en el que se puede apreciar claramente la parte original de la reconstruida. Antes de su descubrimiento el yacimiento fenicio era conocido como «La Loma», pero la aparición de las leyendas explicativas SATYR y ANTÍOPA con teselas de color gris, ha terminado dando el nombre al conjunto arqueológico.

El Cubiculum

Recreación del dormitorio principal «Cubiculum» (panel del Museo Villa de Antiopa)
Medallón central de la seducción de Satyr a Antiopa.

En el medallón central aparece la única escena figurativa de la villa. Seguramente es la imagen más señera de la historia mitológica de la pasión entre la princesa tebana Antiopa y el dios Zeus, que atraído por la belleza y después de haber sido rechazado por la princesa, se transforma en un promiscuo sátiro «Satyr» para seducirla. La escena muestra el momento en que Antiopa es seducida y semidesnuda con el pelo cubierto de plantas silvestres tocando el tympanon (pandereta griega) para hacerlo sonar e iniciar la danza nupcial, y él vestido con pieles de animales salvajes y con la cabeza cubierta de laurel y cañas se unen en un baile frenético como dos criaturas salvajes de los bosques. De esta unión, nacerían los gemelos Amphion y Zethos. Una iconografía que subraya la identidad apasionada de la pareja propietaria de la villa, y que además de ser un elemento decorativo es una expresión de poder, estatus y refinado gusto cultural, además de ser la obra que da nombre a la villa.

Esta transformación de Zeus es una de las tantas a las que el insaciable dios recurrió en otros casos y para el mismo fin: en un toro para raptar a Europa; en un águila para conseguir a Ganímedes o llegar hasta Egina; en un cuclillo para seducir a Hera; en una lluvia de oro para conquistar a Dánae; en un cisne para recibir las caricias de Leda o los favores de Alcmena, en una paloma para acercarse hasta Pita…

La siguiente estancia junto al dormitorio principal es una habitación con planta cuadrada, que por su localización debía de corresponder con un dormitorio de un miembro de la familia del dominus. El mosaico que tiene una banda perimetral de teselas de cerámica se ha perdido casi en su totalidad.

Dormitorio 2

Recreación del dormitorio 2 (panel del Museo Villa de Antiopa)

A continuación nos encontramos con el dormitorio 3 de la villa, que al igual que el anterior, el mosaico muestra una banda exterior de teselas de cerámica y completado con figuras geométricas y florales. Son visibles las roturas en los muros y el mosaico producidos por la perforación de pozos en época moderna.

Dormitorio 3

Recreación del dormitorio 3 (panel del Museo Villa de Antiopa)

Alcanzamos el eje de la parte central de la galería donde se encuentra la puerta de entrada principal a la villa, un gran espacio a modo de vestíbulo con dos bancos adosados donde posiblemente servían de pedestal para un conjunto escultórico. Se desconoce la parte sur por estar ocupado por la carretera, pero se supone que a modo de atrium en forma de pórtico o soportal. Este espacio también disponía de un mosaico y su cenefa perimetral con motivos geométricos, pero apenas quedan restos, no así como el del umbral de entrada con una alfombra musiva de motivos florales que conecta con el de la galería, y que aún son visibles debajo de la pasarela.

Entrada principal

Recreación de la entrada principal (panel del Museo Villa de Antiopa)

Justo enfrente de la entrada a la villa se encuentra el oecus o sala de recepción de visitantes, donde el dominus hacía ostentación de su riqueza como sala social por excelencia, erigiéndose como el espacio más destacado y principal de la vivienda. La estancia tiene dos partes diferenciadas, una primera más estrecha rectangular, quizás como sala de espera y antesala para las visitas, y una segunda cuadrangular, de mayor amplitud.

Oecus

Recreación del oecus (panel del Museo Villa de Antiopa)
Medallón con corona de laurel gallonada del oecus.

Posee uno de los mosaicos más bellos de la villa, una alfombra musiva que ocupa prácticamente toda la superficie, dejando con un andén o cenefa reducido a la mínima extensión. Aunque cada cubículo se pavimenta con alfombras distintas, estas quedan unidas tanto por una orla geométrica que recorre el perímetro de ambas, como por la que le continúa, más estrecha, de nudos. Sobre la decoración del umbral de entrada se encuentra casi completamente desaparecido. El elemento figurativo más destacado del oecus se encuentra en el segundo cuerpo, con cuatro nudos salomónicos que enmarcan un gran octógono central, decorado con un precioso medallón que alberga una gallonada rueda de la fortuna, inserto en una fina corona de laurel. Según algunos autores, podría simular en el suelo la presencia de una bóveda con un óculo en el techo. El conjunto es toda una oda a la geometría más perfecta y alambicada, como auténtico reflejo de la riqueza y estatus social de sus propietarios.

Tras el oecus se encuentra otra habitación que por su ubicación junto a la zona de servicios, se trataría de la estancia del capataz de la finca (uillicus). De planta cuadrada y pavimentada con un mosaico polícromo que se conserva casi por completo con el anden de figuras geométricas de y la cenefa de teselas de cerámica, rematado con un pequeño mosaico

Habitación 4

Recreación de la habitación 4 (panel del Museo Villa de Antiopa)


A continuación nos encontramos con una estancia estrecha, la única que tiene un vano hacia la galería, posiblemente una ventana que nos podría indicar que se trata de una oficina o centro de recepción y trabajo del dominus para los negocios, donde recibiría a sus clientes (tablinum).

Tablinum

Recreación de la habitación 4 – Tablinum (panel del Museo Villa de Antiopa)
Corazón: mosaico del Tablinum

El mosaico se conserva casi completo, apenas tiene andén y la alfombra consiste en una orla de arcos arquitectónicos, y el campo central está formado por nudos salomónicos con peltas rematadas por bucles y dos curiosos corazones esquinados. Estos corazones en la época romana, no se usaban como símbolos para el amor romántico; su origen más probable es la semilla de la planta Silphium, apreciada por sus propiedades anticonceptivas y culinarias, y cantaban el renacer de la semilla, del fruto, de la primavera, de la vida, y apareció en monedas de la época con una forma similar al corazón actual. Tenía connotaciones de amor y sexualidad en la cultura grecorromana, lo que la asocia directamente con el origen del símbolo.

Al norte del extremo este del pasillo hay un espacio que funciona como distribuidor entre el gran eje y un pequeño corredor que da paso a una pequeña habitación y al exterior del recinto.
En este lugar, podemos ver la presencia de una especie de plinto de arenisca donde podría situarse una escultura, al igual que una escalera, que responde a una segunda fase de ocupación del edificio y que daría acceso a distintas habitaciones superiores concentradas en este extremo.

Distribuidor

Recreación del pasillo distribuidor (panel del Museo Villa de Antiopa)

La siguiente habitación es interpretada como la estancia del uillicus, el capataz de la finca. Se interpreta así al estar situada próxima al triclinium y al área de servicio, con la que se comunica a través del adyacente pórtico norte. En esta dependencia se puede apreciar la rotura de mosaicos y estructuras por la apertura de dos pozos ciegos contemporáneos.

Habitación del Uillicus

Recreación de la habitación del Uillicus (panel del Museo Villa de Antiopa)

Volviendo al pequeño corredor se accede al exterior por la puerta trasera de la villa en la zona noreste, dando directamente a una una especie de porche de planta en “L”, el pórtico norte. Posiblemente un espacio de transición entre el interior y la zona del huerto o jardín trasero. Delimitado por una línea de ladrillos dispuestos de canto, que enmarcan un gran mosaico, prácticamente desaparecido. Sería desde aquí donde se daría paso a las estancias anexas al ábside donde se localizan la zona de servicios.

Pórtico Norte

Recreación del pórtico norte (panel del Museo Villa de Antiopa)

Volviendo a la galería no encontramos que al oeste se cierra con la última estancia, es el triclinium o comedor de los propietarios. Es la de mayor superficie y más noble de todo el complejo, donde se celebraban los encuentros, banquetes, danzas y actuaciones de entretenimiento social. Distribuida en dos espacios, una zona delantera de planta rectangular que se comunica al fondo con un escalón en un nivel más alto con el gran ábside. El espacio delantero estaba cubierto por un gran mosaico de motivos geométricos, y en el umbral una pequeña alfombra musiva floral, ambos perdidos en su mayor parte, mientras que en la zona del ábside estaría pavimentado con losas de mármol.

El Triclinium

Recreación del triclinium (panel del Museo Villa de Antiopa)

En este espacio se descubrió la cabeza de Baco de mármol blanco de unos 15 cm. de altura y de estilo arcaizante. Un elemento de ornamentación para el culto a la deidad (hermes), que se apoyaba sobre una pilastra y con la parte posterior de la escultura lisa para poder adosarla a la pared.

La escultura del Hermes Báquico es el único elemento escultórico encontrado en el yacimiento y se encuentra expuesto en la vitrina del ámbito 1. Baco es el dios del vino (Dionisos para los griegos), del entusiasmo y del éxtasis. En los rituales en su honor se alcanzaba la enajenación y la locura con el consumo del vino, fue tal su fama y veneración por parte de los romanos que terminó denominando bacanal a estas fiestas.

En el espacio localizado tras el triclinium se cree que corresponde al complejo de la pars rústica y la pars fructuria, la zona de servicio destinada a las labores productivas de la finca y lugar de descanso de los siervos y trabajadores. Se han documentado 4 estancias adosadas al ábside del Triclinium que se comunican entre si, que correspondían a cocinas, almacenes de víveres, etc. No están comunicadas directamente con el interior de la villa (parte noble) sino desde el exterior por la zona de entrada secundaria al norte. El suelo carecía de mosaicos y estaba pavimentado con ladrillo o tierra apelmazada.

Zona de servicio

Recreación de la zona de servicio (panel del Museo Villa de Antiopa)


Para terminar con las estancias de la villa nos encontramos junto al Oecus con la curiosidad de una habitación cuadrangular que no conserva suelo y que no tiene ningún vano de acceso, lo que nos indica que se puede tratar de un silo o almacén con acceso por la zona superior.

Almacén

Recreación del almacén (panel del Museo Villa de Antiopa)

Durante el recorrido del yacimiento por la pasarela, se encuentra integrado entre otros el ámbito 3, La Vida en la Villa, que consiste en una pantalla gigante holográfica con un panel táctil con altavoces, donde los visitantes pueden conocer cómo era la vida en una villa de estas características en el siglo d.C. Se pueden elegir entre cuatro personajes, el dominus o propietario de la villa, la domina, el villicus o mayordomo, y la esclava, contando cada uno el modo de vida de cada estrato social.

Ámbito 3 donde se encuentra la pantalla holográfica.

También se encuentra el ámbito 4, Los Elementos Decorativos, a través de un vídeo y de una vitrina con materiales arqueológicos se explica como se decoraban los suelos y paredes de la villa con la construcción de los mosaicos y los estucos.

Ámbito 4 con video y vitrinas sobre la construcción de los elementos decorativos.

A continuación se encuentra el ámbito 5, La Producción Agropecuaria, una narrativa de la actividad económica más importante de la villa localizada en los terrenos cercanos, la fabricación de la salsa garum y las salazones en piletas, mediante un vídeo explicativo de cómo se hace la salsa, unas réplicas de los tipos anfóricos utilizados para su transporte, y un recurso de lo más novedoso, un odorama donde se puede oler el garum y distintos productos utilizados en su producción, como algunas especies de pescados y de hierbas aromáticas. Finalmente, el ámbito termina con la maqueta de una pileta seccionada donde se fabricaba esta salsa

El ámbito 5 con la exposición de ánforas y el odorama para descubrir el aroma del garum.

El último ámbito es el 6, Los Baños, dedicado al conjunto termal localizado al pie de la Loma de Benagalbón en unas excavaciones en el año 1988, aunque no se encuentran excavados en su totalidad, se encuentra bien conservado y pendiente de su apertura al público. En este espacio mediante paneles informativos y una maqueta, se explica y se muestra cómo eran las termas que daban servicio al complejo de la villa.

Ámbito 6 con panel y maqueta de los baños de la Villa de Antiopa.

Estos baños disponían además de la sala de agua fría (frigidarium), un sistema de circulación de aire caliente procedente de un horno cercano que se repartía a las sala templada (tepidarium) y la sala caliente (caldarium) con baños de vapor por debajo del suelo (hypocausto) y por huecos en las paredes. También disponía de letrinas que aún conservan restos de pintura mural.

Con los baños de Benagalbón damos por finalizada nuestra visita a la Villa Antiopa, una de las mejores villas marinas conservada de la época romana de Andalucía, así como uno de los mejores ejemplos de la compatibilidad de la conservación del patrimonio histórico con los intereses inmobiliarios, una circunstancia que por desgracia nunca se han combinado bien.

Aprovechando que nos encontramos en este rincón de Málaga, nos vamos acercar a la cercana urbanización de Cantal Alto, un acantilado calizo del jurásico (cantales) donde se encuentra un conjunto de 44 cuevas naturales documentadas, de las cuales once estuvieron habitadas durante el Paleolítico, y nosotros vamos a visitar la más importante y la única de origen geológico marino que es visitable en Europa.

CUEVA DEL TESORO

La peculiaridad de la Cueva del Tesoro es que es de origen marino, una de las tres que son visitables en todo el mundo, las otras dos se encuentran en México y China. La formación de la cueva tuvo lugar en la época jurásica, sobre materiales silíceos sedimentados en el fondo marino a los que se fueron incorporando nuevas capas de cúmulos calizos. La acción de las corrientes marinas y del golpeo de las olas crearon galerías, columnas y cavidades típicas de las cuevas submarinas. Con el paso del tiempo y las presiones geológicas comenzó a elevarse por encima del nivel del mar, y con las filtraciones de agua dulce dieron lugar a las formaciones de estalactitas y estalagmitas típicas de las cuevas kársticas.

La Cueva del Tesoro, uno de los espacios naturales más emblemáticos de Rincón de la Victoria, con una ocupación humana continuada durante más de cuarenta mil años. Antiguos pobladores que realizaron incursiones de exploración a las zonas más profundas de las cavidades, dejando marcas deliberadas que hoy constituyen un testimonio excepcional de su presencia. Se ha confirmado la presencia de huellas humanas de manos impresas sobre la roca en nueve lugares diferentes de estas cavidades, convirtiéndolas en las más antiguas documentadas en todo el ámbito mediterráneo, con una antigüedad estimada entre 70.000 y 35.000 años.

Sus historias y leyendas se remontan a diversas épocas: al Paleolítico, a la primera Edad del Bronce, a los fenicios, con los romanos y con los árabes. De todo ello han quedado numerosas muestras, incluso atesora la leyenda del misterioso tesoro árabe que se oculta en sus entrañas, aún por descubrir… aunque la Cueva en sí misma es un tesoro para la Humanidad.

Debe su nombre al mito del tesoro de los últimos reyes árabes que escaparon de su tierra debido a unas revueltas y trajeron su tesoro hasta la cueva, y otro mito apunta al emperador almorávide Tasufín Ibn Alí, pero sea quien fuere, la leyenda recoge que desde el Siglo XII el tesoro se encuentra escondido dentro de la cueva. Extendiéndose la leyenda por todos los rincones, atrayendo descubridores que alteraron las condiciones de la cueva. Una leyenda que se retroalimentó con la aparición de granates en el siglo XVIII y que incentivó la llegada de Antonio de la Nari, conocido como el «Suizo» por su origen, que dedicó toda su vida a la búsqueda del tesoro, una obsesión que terminó costándole la vida en 1847 tras una de las explosiones que él mismo llevó a cabo en la cueva. Su recuerdo perduró en el tiempo y durante mucho tiempo la cueva era llamada por el pueblo como la ‘Cueva del Suizo’.

Pero sería D. Manuel Laza Palacio, que si hizo con la propiedad de la cueva y realizaría el más profundo estudio durante casi cuatro décadas y hasta su fallecimiento en 1988. Descubrió en las cercanías 6 monedas almorávides de oro que no hizo sino avivar más la creencia del inmenso tesoro escondido.

La visita a la cueva se inicia desde la zona de entrada donde hay que tomar unas escaleras que desciende tres niveles para llegar a la sala de la Virgen, origen del itinerario por las galerías. Como alternativa también se dispone de un ascensor panorámico.

Desde el siglo XVI se han realizado visitas a La Cueva del Tesoro, y en 1789 ya se encargó el primer plano topográfico. Las zonas accesibles son la mayoría de dificultad baja, existiendo zonas no abiertas al público reservadas para los espeleólogos y arqueólogos autorizados. En los espacios entre niveles de la escalera de acceso a la cueva se localizan paneles informativos sobre el itinerario, historia y pobladores, así como vitrinas con elementos hallados en las excavaciones realizadas.

Inicialmente eran 3 cuevas: El Higuerón, El Suizo y La Victoria. Después de unas obras, la Cueva del Suizo (Sala del Lago) y la Cueva del Higuerón quedaron unidas con la actual Sala de la Virgen. A finales de los años 70, el tramo más prehistórico de esa unión se preservó del sector turístico pero hoy ya sí puede visitarse junto a la Cueva de la Victoria, de forma independiente a la Cueva del Tesoro.

Entre 41.000 y 37.000 años antes del presente convivieron en Rincón de la Victoria los últimos Neandertales y los primeros Homo sapiens, ambos grupos dejaron en la la cueva pinturas rupestres, así como herramientas talladas en silex que se pueden ver en las vitrinas expuestas en un tramo de la escalera de descenso a la cueva.

Al final de la escalera nos encontramos con la sala de la Virgen, punto de partida de la visita por las galerías que nos llevará a las salas visitables.

Zona de escalera y ascensor panorámico con la sala de la Virgen al fondo.

Regresamos sobre las salas visitadas para volver al punto de inicio en la sala de la Virgen, y desde aquí tomar la otra galería que nos llevará a la Sala de los Lagos, una galería resultado de una de las explosiones realizadas en la búsqueda del tesoro y que al final dio con un filón de cuarzo que unía las dos salas.

Galería de entrada a la Sala de los Lagos.

En la Sala de Los Lagos se termina nuestra visita a la cueva.

Foto del grupo de Athenáa en la entrada a la Cueva del Tesoro.

Para terminar nuestra visita al Rincón de la Victoria lo hacemos disfrutando de su hostelería costera, un chiringuito en la playa de Benajarafe, el Restaurante La Plata Casa Matilde, con especialidad en fritura malagueña y arroces.

VIDEO VISITA A RINCÓN DE LA VICTORIA (Mónica López)

Sobre el autor: Athenaa (fgo)

Te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.